El hermano Joel tuvo un sueño, en el que caminaba detrás del Señor Jesús.
Joel caminaba detrás del Maestro como a un metro de distancia y vio que en donde pisaba el Señor, dejaba diamantes.
El Señor se detuvo y le dijo a Joel: Estos diamantes recógelos mientras caminamos, todos los que puedas, más adelante te servirán.
Cuando Joel comenzó a recogerlos, vio que el Señor avanzaba varios pasos y se levantó apresuradamente,para acercarse más a Cristo.
Al recoger unos diamantes más, el Maestro iba más retirado y Joel corrió para volverlo a alcanzar.
El hermano Joel, estaba en un dilema: Recoger diamantes o seguir al Maestro.
Joel me preguntó qué sería ese sueño.
Yo le contesté: el que uno camine con Cristo, es victoria. El que camine Cristo con uno, es la Gloria.
Cada paso que Cristo da está lleno de milagros y de virtud, de gozo y de bendición, pero corre uno el riesgo de quedarse a gozar en eso.
No debemos detenernos mucho en lo material.
¿Qué hacer, recoger diamantes o seguir a Cristo?
¿Recuerda a los guerreros de Gedeón? Jueces 7:4-6.
Recogían el agua con la mano, pero tenían su ojo vigilante por si se acercaba el enemigo. Salmo 132:4.
Dios nos da lo suficiente para servirle, pero desea que tengamos los ojos puestos en Jesús, pues nuestro mayor tesoro es él: Cristo, Lucas 12:32-34.
No debemos tanto ocuparnos en juntar diamantes,como en seguirlo a él.
Que hay diamantes a su paso, cierto, pero el dador delos diamantes es él.
Si dejamos de recoger algunos diamantes, en realidad no importará mucho si estamos más cerca de él.
¡Rumbo a la Gloria!
José Carrera