El siervo de Dios debe estar dispuesto a dejarse llevar por el Espíritu Santo, para ser enseñado.
Desde la concepción, dios le ha dado cualidades y talentos que irá desarrollando.
Dios le ha dado a cada una de las personas, con la vida,talentos y ministerios aunque algunos lo usan para lo malo.
Dios quisiera llamar a todos los hombres para su servicio como llamó a muchos anteriormente, entre ellos a Jeremías, a Abraham, a Moisés y a Josué.
Muchos tienen habilidades con las que deberían servir al Señor, otros son técnicos, algunos otros más tienen dinero o sabiduría para los negocios, y sobre todo servicio a Dios en lo espiritual.
Si tenemos preparación o no, poca o mucha, no importa… lo más importante es saber que lo que tenemos es para el servicio de Dios y él quiere hacernos útiles delante de su presencia.
Dios tiene el plan para que le conozcamos y le sirvamos.
A cada uno de nosotros nos ha dado diferentes capacidades.
Cada una de nuestras vidas son entre las manos de Dios, como pequeñas joyas para pulir. Sin esmeril no hay forma, y sin fricción no hay brillo.
A algunos Dios nos trata con su paciencia y trabaja en nosotros. Con otros más trata con la prueba y cubre las quebraduras con el oro de su presencia.
También trabaja con otros con el poder de su Espíritu Santo, en la rueda o en la lija, dentro de su taller.
A veces el proceso demanda mucho, a veces el proceso lo demanda todo.
Pensamos que la viejita de la ofrenda, dio todo el dinero, pero dice el evangelista que lo dio todo.
Getro actualizó a Moisés. Le quiso evitar problemas y hacerle más fácil su trabajo. Moisés asistió al consejo. Algunos tenemos apoyo para otros que les va a evitar batallar un poco más.
Podemos aconsejar a otros.
Los viejos odres ya vamos de salida, vienen los odres nuevos.
Un día que un pastor viejo iba a ser suplido y llevaba por el camino lodoso al pastor joven, aquel joven tiró su bordón al ver que le faltaban cien metros para llegar al templo… el pastor viejo le preguntó: ¿Qué haces? Faltan cien metros, y en ese trayecto puedes resbalar, recoge tu bordón.
El joven lo recogió y agradeció aquel consejo. Los jóvenes deben estar dispuestos a ser aconsejados… en esto consiste dejarse guiar.
¡Rumbo a la Gloria!
José Carrera