En Hebreos 5:8-10 dice Pablo que Cristo por lo que padeció aprendió obediencia.
¿No era ya obediente?
La palabra akuoo, en griego, quiero decir dos cosas: Oír y obedecer. Hebreos 5:9-11.
Cristo al oír y obedecer a Dios, akuoo, vino a ser autor de eterna salvación a quienes oyen y obedecen, akuoo, aunque muchos no oyen ni obedecen. Akuoo. Hebreos 5:14.
Cristo aun siendo Dios, al venir a morir por nosotros aprendió muchas cosas: aprendió a obedecer, porque se hizo uno de nosotros siendo Dios.
No había llorado y aprendió a llorar.
No había tenido sed y supo lo que era la sed.
No había sido golpeado y aprendió a soportar en medio de golpes.
No había tenido frío o hambre y aprendió.
No había dormido y aprendió.
Aquí quiero mencionar lo que enseña de esto nuestro hermano profeta, el pastor Armando Mata: Yo ya pasé por allí, yo te ayudo a que pases tú. Yo pasé por lo que tú estás pasando, obedecí y tú puedes también pasar, si solo obedeces.
Aprendió para enseñarnos a nosotros.
Luego nosotros al aprender, enseñaremos a otros.
Aprendamos de Cristo a orar.
Aprendamos de Cristo a consagrarnos.
Aprendamos de Cristo a perdonar, a amar, a servir.
Él aprendió de Dios todo lo que su Padre le enseñó. Juan 5:17.
Aprendamos de él, quien es nuestro Maestro amado, quien solo nos enseña grandes y hermosas
cosas. Nos enseña a obedecer y a agradar a Dios. Juan 5:19-20.
Dios trabaja, Cristo trabaja, trabajemos nosotros. Gálatas 6:9-10.
¡Rumbo a la Gloria!
José Carrera