Pensamientos de Bolsillo

Pensamientos de Bolsillo

Fábrica de Sonrisas

La felicidad tiene su verdadera fábrica en el hogar.

Cero Problemas

Oiga, ¿Y cómo le ha hecho usted para vivir cien años?

Preguntó el reportero al anciano longevo.

Pues verá usted, nunca me meto en problemas.

Ah, pues que acomodaticio, mire no más, no, debe haber algo más.

¿Cómo, nada más así?

Le dijo el molesto reportero.

Sí señor, debe ser como usted dice. Dijo marchándose el anciano.

Mujer Precavida Vale Por Dos

Abuelita, a tus ochenta años, ¿Por qué te vas al otro cuarto cuando metes la comida al horno de microondas?

Porque dicen que estas cosas hacen estériles a las mujeres.

Sube o Baja

Cuando se aumenta el valor, hay apreciación.

Cuando se disminuye, hay depreciación.

El Propósito de Dios

Cuando Dios permite que se nos meta el fuego, es porque quiere caminar a nuestro lado para que los demás lo vean con nosotros y para que se quemen nuestras ataduras. Pues al salir del fuego, traeremos el olor de su presencia y no del humo.

Entraré en el fuego, lo veré estar ahí conmigo y después saldré libre y caminaré con él, a la vista de todos.

La Mirada de Dios

Si has dos hermanos en la batalla y si uno cae muerto en medio de las balas, el otro se detiene, le besa la frente y sigue peleando.

No hay ante mí un mar que se abra a mi paso.

No hay conmigo hermanos, ni profetas, o ángeles.

Solo sé que tú prometiste estar conmigo todos los días y aunque a veces yo vea todas las cosas contrarias, tu mirada me sostiene.

Esa Sabiduría... Esa Sabiduría


Hijo mío, le dijo la madre a su hijo apostador, no apuestes tu dinero a la ruleta y la baraja, en esos juegos de azar se gana un día y se pierde al otro. El hijo le contestó muy sabiamente: no te preocupes mamá, jugaré un día y otro no.

El Hermano Miguel y el Hermano Luis Carlos


Miguel, córrale porque ya van tres pedradas que me dan.

Dos Cosas Muy Grandes

Había un gran enfermo en la tierra.
Un gran Sanador vino del cielo.
¿Qué Hay en los Baúles de Dios?

Los diamantes que Dios guarda como lo más precioso, son las lágrimas que derramaron sus hijos en las más graves pruebas.
Elías, El Amado del Dios Vivo

Arrojen unas hojas o ramas de enebro al fuego, para que se perfume todo el lugar.
No hagan ruido, pues mi obediente profeta descansa mientras mis ángeles, cocinan para él unas tortas en las ascuas.
Yo trabajo en el corazón de mi siervo.
Ustedes perfumen el ambiente y cocinen.
Y también limpien el camino de aquí al monte santo.
Este descanso y esta comida debe darle a mi amado Elías fortaleza por cuarenta días.
Y tú, pequeño mío, descansa, descansa.
Ríos Subterráneos

Cuando caminamos en el llamado de Dios, a veces solo vemos riscos, rocas y arena caliente. Sentimos aire que quema, remolinos de polvo y tormentas de arena.
En este caminar de obediencia a Dios, casi nunca pensamos que estamos parados sobre corrientes subterráneas, las que pueden brotar de pronto, ya que detrás de la gran montaña se esconde la nube que traerá la lluvia para que la semilla no se pudra bajo el terrón, sino que reciba agua y recobre vida. Luego obtendremos fruto dulce en pleno desierto... solo por las promesas del Eterno, de darnos viñas en los desiertos.
Manos Divinas que Trabajan

A José el soñador, sus hermanos le arrojaron en un pozo.
Dios después le levantó en un trono.
La mujer le arrebató su ropa.
Pero el rey le vistió de príncipe.
Después lo arrestaron en una mazmorra sus carceleros.
Dios lo puso en el gobierno de la nación más poderosa.
Le colgaron cadenas de hierro en el cuello.
Dios lo coronó de oro.
Estas cosas suceden cuando Dios trabaja.
Antes y Después

A Finney le arrojaban gatos muertos cuando predicaba.
A los predicadores de hoy les gusta que les arrojen billetes de cien dólares, o si no, muchos no predican.
Un soldado valiente pero que no dispara al enemigo, es que el que deserta en medio del fragor de la batalla.
El cielo está llamando el raro lujo llamado predicador del evangelio.
No que yo desee que todos los predicadores sufran, sino que deseo que todos los predicadores... prediquen.
El Resultado del Trabajo del Señor

A Cristo le vendieron por treinta piezas de plata, más él compró al hombre con su vida.
Le arrancaron la espalda con el fuerte, más el ofreció su pecho como descanso.
Le provocaron la herida con clavos y espinas, más al resucitar nos regaló su salvación.
El resultado de tanto dolor fue la puerta abierta de su casa para todos los que él mismo vistió de lino fino.
Primera Rama... Primeros Frutos

El almendro es el primer árbol en florecer, pues indica el fin del invierno en las tierras de medio oriente. Que Dios quisiera hacerme la primera rama floreciente en este tiempo.
Todo Al Revés

El mundo a veces dice la mentira muy bien y la iglesia a veces dice la verdad muy mal.
Hay Una Distorsión Por Distancia

Solo vemos a Dios desde nuestro lugar, fuera del Paraíso... Como a veces se ven las galaxias por medio de unos binoculares.
Paso a Paso

Un día Dios moverá tu montaña, hasta entonces, sigue escalando.
Familia

Dios sonríe cuando le llamamos Padre y vivimos como su Hijo.
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